En la actualidad la tecnología ha evolucionado drásticamente en la vida cotidiana de las personas, como la economía, la sociedad y la educación, cambiando la forma en la que se interactúa con estas áreas.

Uno de estos cambios revolucionarios en la educación son los simuladores virtuales, los cuales repercuten en el proceso de capacitación de usuarios en diferentes áreas de trabajo, así como también, en el proceso de aprendizaje de tareas que demanda de un flujo de producción, o una serie de pasos que son necesario recodar para ejecutar un buen rendimiento en la vida real.

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Según la práctica obtenida al utilizar este tipo de simuladores los estudiantes tienen esta experiencia inmersiva dentro de sus actividades educativas, ya que no solo aprenden, sino que también reconocen y perciben un proceso que en el mundo real también van a tener que desarrollar, lo que provoca que el usuario retenga este tipo de conocimiento y en el momento que tenga que volver a hacer, podrá recodarlo con mayor facilidad.

“la práctica de la actividad real (simulada) es la mejor forma de retener el aprendizaje”- E. Dale. 

Cada uno de este tipo de simuladores tienen un proceso de desarrollo diferente, esto debido a que a nivel de hardware puede ser en un dispositivo móvil, una computadora, o consolas dedicadas, como casco de realidad virtual o aumentada, al igual que sensores de movimiento, proximidad o controles especiales para una manipulación correcta del sistema. A nivel de software existen diferentes motores gráficos que nos permiten crear entornos inmersivos como lo es Unity 3D y Unreal Engine, aunque este no es el único factor que a considerar, también se tiene que tener conocimientos en diseño 3D y 2D, programación orientada a objetos y narrativa, con esta serie de aspectos y teniendo una base de conocimiento solido de lo que se quiere obtener como producto final, podemos tener un simulador aceptable.

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Otro de los aspectos a nivel de desarrollo que se tiene que considerar es el tipo de entrada con el cual el usuario va a interactuar con el simulador, este puede ser mediante teclado, ratón, pantalla táctil, mandos, las manos, el cuerpo, o panel físico interactivo, esto es primordial tenerlo claro, ya que de esto dependerá una experiencia correcta con el sistema, y también el modelo de despliegue que se vaya a utilizar.

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Cabe resaltar que la implementación de este tipo de tecnología no es complicada de obtener, ya que existen múltiples negocios que ofrecen toda la infraestructura ya creada para que simplemente se adapte a sus necesidades, pero por lo general suele ser de un costo elevado o en el caso de ser gratuito con limitantes importantes como una baja calidad gráfica, tiempo limitado o poca personalización del entorno, entre otros.

Finalmente señalar que en la línea de la importancia de los simuladores virtuales en la educación la UTPL ha emprendido en la formación de personal cualificado (Club de realidad virtual) de tal manera que estén aptos para participar de desarrollos que permitan obtener simuladores que ofrezcan experiencias inmersivas y reales, constituyéndose en un aporte fundamental para el futuro de la educación y la tecnología en el mundo.